viernes, 22 de marzo de 2013

SAN LORENZO, UNA PUERTA DEL CIELO...

 
                     San Lorenzo es una de esas puertas que te ayudan a comprender los secretos mejor guardados de Sevilla. En si misma esa plaza mágica, tiene un poder que une cielo y tierra, conocimientos y presentimientos, fe y esperanza, dulzura y poder. Si en vez de Sevilla, fuera Híspalis, es posible que esa plaza fuera el centro en el que el foro ciudadano levantaba su templo a la triada capitolina. Plaza romántica y laffoniana. Rima de Bécquer. Bosque de pájaros primaverales que ponen música a sus tardes de luces templadas.
Tiene esa plaza basílica a la manera del panteón de Agripa para el patrón de la ciudad, para el Poder al que el sevillano le habla con humildad de Cisquero. Y tiene esa plaza la inabarcable belleza del Dulce Nombre de la Madre de Dios. Delante de su hermosura me tiemblan las piernas y pido puñales para herir a Castillo por haber llegado tan alto, tan alto como para ver, realmente, el rostro de azúcar de la Madre del Cristo. Sin duda ese rostro que le hace más llevadera la vida a la Soledad inmensa, insoportable, insufrible que allí se aloja y conviven en un juego de imágenes que son los espejos indescrifables de los arcanos de la ciudad. Pónganse guapos. Porque este mes Sevilla se hace barrio del cielo. Como San Lorenzo...